La final del Campeonato de España de Caza Menor con Perro se ha visto empañada por una acción criminal que ha provocado la indignación entre todos los cazadores. La noche anterior a la jornada de competición se produjo el envenenamiento de los dos de perros del representante de Castilla y León, Alberto Bergaz, que cuando acudió al remolque del coche donde permanecían se encontró con uno de ellos ya muerto y el otro con espasmos. Dos horas antes estaban en perfecto estado.
A pesar del rápido traslado al veterinario, moría poco después, por la ingestión de salchichas envenenadas. Los hechos fueron puestos en conocimiento de la Guardia Civil, que ha abierto una investigación, y ha comprobado que había más veneno alrededor del coche. También cerca del control de la prueba, en el Centro de Prácticas Cinegéticas, se encontraron productos envenenados.
Actos como éste no dejan de ser un mero hecho delictivo, perseguible y punible, sobre cuyo responsable debe caer el peso de la ley, gente sin escrúpulos capaz de envenenar a un animal de la forma más vil. “Es un acto terrorista”, recalcó Juan Quiles, vicepresidente de la RFEC. La noticia corrió como la pólvora, causando la indignación generalizada.
La Real Federación Española de Caza quiere agradecer a todos los participantes de la final el apoyo mostrado, tanto al dueño de los perros como a la organización para que semejante vileza no empañara el transcurrir deportivo de la prueba, así como a la Guardia Civil por su apoyo y ayuda que prestó en todo momento, peinando la zona en la búsqueda de posibles cebos y así impedir más envenenamientos. Finalmente, la RFEC repudia esta vil acción y espera que su autor o autores puedan ser encontrados y sobre ellos caiga el peso de la ley.