Por fin llego el primer domingo de escopeta, como la gran mayoría de cazadores de esta isla, sobre todo los que nos gusta mas la caza de pluma, deseamos todo el año que llegue este día para empezar a cazar en serio, después de pasarnos todo el año cuidando y mimando nuestros perros, tras varios meses de salidas al campo, pateando nuestros cazaderos la cosa no pintaba muy bien, pero así lo han querido nuestros dirigentes, con los pocos amigos con los que he tenido la ocasión de hablar, las conversaciones siempre han sido en un tono pesimista, algunos han hecho buenas perchas, pero de perdices que tenían bien vistas siempre vinculadas a zonas de viñas y sembrados, una vez se acaben estas vamos a ver como sigue la temporada. Por otra parte está la otra cara de la moneda, amigos que estando todo el día en el campo no han tenido la ocasión de comprobar cómo tienen la puntería, espero que esta experiencia vivida en un primer día de caza nos haga reaccionar y ver cómo están nuestros cazaderos, se nos avecinan tiempos peores y debemos estar preparados para lo peor.
Yo como ya viene siendo habitual en los últimos años regrese a la tierra de mis ancestros la isla de La Gomera, habían muchas expectativas de que sería un buen año de perdiz en esta isla, pero no fue así, hay perdices pero no esa gran cantidad como se esperaba después de un año en blanco, la perdiz no crio bien y la poca que logro sacar a su prole adelante fue cerca de alguna fuente de agua ó cerca de algún sembrado, los cuales escasean últimamente en esta isla, por lo tanto lo que hay son las perdices viejas que quedaron de la temporada anterior, que dicho sea de paso( saben latín). Es esta la perdiz que a mí me gusta cazar, la que te lo pone muy difícil y la que le da mayor juego a los perros, tanto es así que según comentaban en el barco al regreso hubieron muchísimos ceros, cosa que demuestra la gran valía de esta perdiz a la que se debe de cuidar por encima de los intereses económicos y de los intereses personales que puedan tener algunos representantes.
Saludos y buena caza,
José Manuel