Cazadores y grupos ecologistas de Fuerteventura se oponen a la legalización de la cetrería en Canarias y han solicitado una reunión especial del Consejo Insular de Caza para tratar este tema.
Dicha convocatoria pretende dar respuesta a la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, tras publicarse el pasado lunes en el Boletín Oficial de la región el proyecto de decreto que regulará la práctica de la cetrería en la Comunidad Autónoma de Canarias y que somete a trámite de información pública la iniciativa.
"Nos parece una barbaridad para el medio ambiente y un atropello para los cazadores", ha señalado Domingo Martínez Berriel, cazador y representante de los grupos ecologistas en el Consejo Insular de Caza.
Según Martínez Berriel, "la cetrería nunca se ha practicado en Canarias y supone un método desleal de caza frente a los métodos tradicionales, además de poner en peligro a las especies autóctonas".
En parecidos términos se ha manifestado la asociación conservacionista SEO/BirdLife, cuyo portavoz en Canarias anunció la próxima presentación de alegaciones al decreto, a pesar de no oponerse a la práctica de la cetrería como método de caza, "siempre y cuando se lleve a cabo con una serie de condiciones".
Entre estas condiciones, se pide el uso de unas pocas especies de rapaces, preferentemente las utilizadas de forma tradicional en la cetrería española, así como "garantías reales" de que las aves utilizadas procedan de la cría en cautividad autorizada.
Los ecologistas quieren igualmente que los ejemplares estén equipados con emisores para su localización mediante telemetría en caso de extravío y que se puedan identificar mediante marcaje inalterable y prueba genética tasada.
De igual manera, piden que la práctica de la cetrería se realice en lugares específicamente autorizados al efecto para evitar la caza involuntaria de especies amenazadas, respetando las limitaciones generales de la actividad cinegética para proteger a las especies objeto de aprovechamiento.
De forma adicional, SEO/Bird Life considera necesaria una adecuada formación del cetrero, acreditada mediante autorización específica.