Durante el pasado año, concretamente a finales del verano, se detectó una inusual y preocupante mortalidad de perdices silvestres, principalmente en la provincia de Cadiz.
No sin dificultad, tras muchos estudios, recogida de muestras y análisis y, siempre, con la inestimable colaboración de los cazadores, que fueron los que dieron la voz de alarma e insistieron para que se buscara el origen de este problema, se encontró que el responsable de esta mortalidad fue un virus de origen africano, denominado virus Bagaza.
Se trata de un ejemplo más de un agente que, a causa del cambio climático, la globalización..., aparece en zonas donde nunca antes lo había hecho, de ahí su denominación de enfermedad emergente y la dificultad en su diagnóstico, al menos en los primeros casos.
Un interesante artículo redactado por Aguero y colaboradores y que hemos recogido recientemente en nuestra sección de sanidad describe los pormenores más interesantes del proceso.
No sin dificultad, tras muchos estudios, recogida de muestras y análisis y, siempre, con la inestimable colaboración de los cazadores, que fueron los que dieron la voz de alarma e insistieron para que se buscara el origen de este problema, se encontró que el responsable de esta mortalidad fue un virus de origen africano, denominado virus Bagaza.
Se trata de un ejemplo más de un agente que, a causa del cambio climático, la globalización..., aparece en zonas donde nunca antes lo había hecho, de ahí su denominación de enfermedad emergente y la dificultad en su diagnóstico, al menos en los primeros casos.
Un interesante artículo redactado por Aguero y colaboradores y que hemos recogido recientemente en nuestra sección de sanidad describe los pormenores más interesantes del proceso.